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Adolfina Mejia
abril 25, 2025
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Por: Juan Manuel Morel Pérez
j.morelperez@gmail.com
Twitter @juanmanuelsoyyo
En una sociedad que avanza rápidamente de un acontecimiento a otro, la memoria colectiva sobre ciertos casos tiende a desvanecerse. Así ha ocurrido con las desapariciones de Sudiksha Konanki joven estudiante india de la Universidad de Pittsburgh, llegó a Punta Cana como parte de un grupo turístico. Con apenas 20 años, su vida se apagó en circunstancias inciertas la madrugada del 6 de marzo pasado y Roldanis Calderón, en Los Tablones, Manabao, Jarabacoa, la angustia tomaba forma con otro caso desgarrador: la desaparición de Roldanis Calderón, un niño de tan solo tres años. Estos dos nombres que alguna vez llenaron titulares y que hoy luchamos para que no sean olvidados.
Ambos casos comparten un patrón inquietante: el inicial revuelo mediático, el despliegue de recursos en su búsqueda y el posterior enfriamiento de la presión pública ante otros eventos que desviaron la atención. La, marcha de la Antigua Orden en Punta cana tragedia del jet set y Semana Santa, captaron el foco del país. Pero el silencio no significa que la verdad haya sido encontrada.
Ambos casos reflejan un patrón preocupante, el olvido silencioso, por la fragilidad de la atención pública. Cuando la tragedia golpea y la indignación se enciende, hay presión sobre las autoridades y los medios. Pero basta con que otro evento irrumpa para que los esfuerzos
Los acontecimientos posteriores consolidó el cambio de tema. En el proceso, Sudiksha y Roldanis fueron desplazados al margen de la conversación pública.
Esto plantea una pregunta incómoda: ¿hasta qué punto la sociedad está dispuesta a sostener la búsqueda de respuestas cuando los titulares cambian? La urgencia de encontrar a un desaparecido no debería depender de la moda informativa ni de los ciclos de cobertura.
Sudiksha y Roldanis siguen desaparecidos. Sus familias continúan esperando respuestas que se desvanecen con el tiempo. La memoria social tiene la responsabilidad de sostener la presión y evitar que estos nombres sean solo cifras en un informe archivado.
Mientras no haya respuestas, la pregunta sigue vigente: ¿qué pasó con Sudiksha y Roldanis? Y hasta que la verdad salga a la luz, cada esfuerzo por recordarles será un acto de resistencia contra el olvido.
El autor es:
Abogado, Magister en Seguridad y Defensa Nacional, Especialista en Derechos Humanos y Derecho Internacional humanitario, doctorando en derecho Administrativo iberoamericano, Coordinador del Observatorio de Seguridad y Defensa-RD
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