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lunes, 8 de noviembre de 2021

Líder evangélico dice Mes de la familia es una disposición con arraigo que los gobiernos deben continuar respaldando

Reconoce que rol social de las congregaciones cristianas es apoyar a las familias en todas las áreas necesarias para garantizar su estabilidad. 

Santo Domingo.- En noviembre se conmemora el mes de la familia y diversos sectores, en especial el liderazgo cristiano nacional, promueven conceptos de valores como la unidad, la esperanza y el amor, con el propósito de conservar y fortalecer la estructura familiar como núcleo de la sociedad. 

Esta conmemoración responde a una disposición con arraigo constitucional y ejecutivo. En este sentido, el Obispo Nacional de las Iglesias Pentecostales de Jesucristo (IPJ) y de la Comunidad Apostólica Internacional (COAPIN), doctor Reynaldo Franco Aquino, se refirió a lo que establece la Carta Magna de la República Dominicana al respecto.


“La Constitución dominicana en su artículo 55, afirma que la familia tiene como base el matrimonio entre un hombre y una mujer y que el Estado debe promoverla y protegerla. Por este motivo, deploramos todo intento de reconocimiento de otras formas de unión que no corresponda a la única forma de matrimonio que reconoce y apoya nuestra Constitución. Además con el decreto 1656, desde 1971 se dispuso este mes dentro de nuestras efemérides nacionales”, puntualizó Franco Aquino. 

Dijo que el gobierno, a pesar de la presión mundial para socavar el concepto cultural de la familia, se ha mantenido respetando lo que establece la Constitución e invirtiendo en el apoyo económico y social del individuo y sus familias, a través de los diferentes programas que desde los ministerios y direcciones se llevan a cabo, lo cual espera se continúe fortaleciendo con políticas públicas que garanticen más que asistencia, desarrollo social”. 

“En el campo de la asistencia social a favor de las familias, hemos de reconocer los esfuerzos que viene haciendo el Estado en ayudar con recursos económicos a una gran parte de las familias necesitadas. Nuestro deseo es que estos esfuerzos se sigan multiplicando y fortaleciendo, de modo que al mismo tiempo que se les asista respetando su dignidad humana, se les ayude a salir de la situación de pobreza y marginación, creando nuevas fuentes de trabajo, incentivando la inversión en el campo, promoviendo la pequeña y mediana empresa”.

El Reverendo Apostólico, a través de una Carta Pastoral, dijo que la globalización ha traído grandes aportes científicos y tecnológicos a la humanidad para su desarrollo, pero advierte que “las familias están siendo bombardeadas por novedades diversas sin referencias éticas”. 

“El acelerado “cambio de época” ha traído grandes aportes: algunos gozan de riquezas en el orden científico y tecnológico, pero en  la globalización de la comunicación, las familias están siendo bombardeadas por novedades diversas sin referencias éticas. Nos llegan valores y antivalores”. 

La verdadera función de la Iglesia 

Recordó que el papel de las congregaciones es continuar promoviendo una cultura de familia, pero desde el  trabajo directo con los vínculos que la forman: matrimonios, relaciones fraternales, con el resto de la familia (relación con hijos,  abuelos, tíos, primos), fortaleciendo los lazos para garantizar su sostenibilidad, a través del apoyo en todos los sentidos. 

“Hoy es necesaria una nueva mirada a la familia por parte de la Iglesia: no basta con reiterar el valor y la importancia de la doctrina, si no nos convertimos en custodios de la belleza de la familia y si no cuidamos con compasión su fragilidad y sus heridas”, dijo.

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