Titulares

viernes, 25 de agosto de 2023

Así de simple ¡PERDONAR O PERDONARSE!


Lucila De la Rosa Rodríguez


ldelarosa20@gmail.com

¡El perdón es un acto de amor! Es sanar y sanarte…

Hablamos fácilmente del PERDÓN, es una palabra muy común en el argot humano y aunque, usualmente entendemos que es similar a excusarse, disculparse, subsanar una falta o conciliar con quienes en algún momento nos hemos excedido y les hemo causado alguna molestia o dolor, no es así. El perdón es un proceso profundo que contempla nobleza, aceptación, empatía y más.

No es tan simple, conjugar espiritualidad, hermandad, amor, empatía y otros actos necesarios para adentrarse en un proceso bilateral entre quienes perdonas y son perdonados hasta lograr el propósito.

Es ello por lo que, perdonar es sanar y sanarse, involucra lo personal, espiritual y social, de manera que, cuando ese proceso se lleva a cabo de manera efectiva y fructífera, libera de traumas, dolores, rencores y resentimientos vanos que nada aportan al bienestar de las personas.

Perdonar es: soltar sentimientos, críticas y juicios. Es entender que lo perdonado fue, pero ya no es. Es despojarse de los sentimientos causados por el agravio y estar dispuesto a dejar atrás todo lo que cause algún sentimiento.

Por ello es que, nada trae más satisfacción y tranquilidad que soltar y despojarse de cargas inútiles que nada aportan al bienestar

El acto de amor propio más grande que podemos llevar a cabo es perdonar, con ello soltamos sentimientos, críticas y juicios y entendemos que lo perdonado fue, pero ya no es, pero es preciso saber que es parte de un proceso voluntario y paulatino. No es tan fácil como se contempla.

Es también un acto de amor al prójimo, toda vez que para perdonar es necesario conciliar aceptar, y valorar, sólo tomando en cuenta la condición de humano. Requiere de despojarse de una serie de costumbres y acciones que son inherentes a las personas.

Y reiterando que no es un proceso fácil, destacamos que el perdonar es un proceso plagado de satisfacción y tranquilidad porque redime cargas inútiles convertidas en pesadas mochilas las cuales llevamos encima todo el tiempo y paulatinamente nos van sumando múltiples inconvenientes, malestares, y enfermedades

Lo más valioso del perdón es que beneficia a ambas partes y se convierte en una panacea para el bienestar personal, espiritual la felicidad y la plenitud.

Perdonar es un acto de beneficio personal porque cada uno lo vive a su manera. Es nacer, revivir, amar, soltar, empatizar, sanar y liberarse.
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