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miércoles, 10 de enero de 2024

Crónica de ahora: Hacer una revolución de la energía solar en RD?


Por: Emiliano Reyes Espejo

ere.prensa@gmail.com

Si hay un tema que no debe faltar en los actuales debates electorales es el de los incentivos para promover la producción de energías renovables, especialmente la solar, en el territorio de la República Dominicana.

Hay que empezar a pensar en crear nuevos incentivos que den un mayor impulso a la producción de energía solar ante una eventual alza del petróleo que se puede ver a causa de los conflictos actuales que existen en varias zonas del mundo.

Las hostilidades en Oriente Medio son cada vez más pronunciadas. Israel no cesa sus inhumanos bombardeos, según Naciones Unidas, en el enclave palestino de la Franja de Gaza, mientras el grupo proiraní Hezbolá ataca una base de control aéreo israelí, en una inevitable escalada de la guerra entre Israel y Gaza que amenaza con prolongarse a todo el Medio Oriente.

Rusia también ha intensificado sus ataques contra objetivos en Ucrania y la OTAN continúa enviando ayuda y armas para la defensa de los ucranianos.

Los chinos ratifican su reivindicación de pertenencia a la isla de Taiwán, la "guerra de chips" entre Estados Unidos y China continúa, mientras continúa la implicación de Reino Unido, Alemania, Holanda, Australia y Japón en este "mar de discrepancias" que se experimentan en esas zonas del mundo. También está sobre la mesa la creación del bloque de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) que tiene entre sus misiones, además de impulsar el comercio y evadir las sanciones norteamericanas, frenar al dólar como moneda hegemónica global. . Los chinos consolidan su Ruta de la Seda para hacer frente al bloqueo del mercado norteamericano, mientras Estados Unidos está trastornado por una crisis político-financiera interna, un aumento de la deuda y una marcada división de su liderazgo político. Ese agitador de guerra descrito anteriormente en todas partes.



¿Qué hacer ante la apremiante realidad?



Los partidos políticos han centrado las discusiones políticas en cuestiones aéreas, dirigen sus cañones para despotricar contra los oponentes y permanecer en la superficie evitando colocar en la agenda pública problemas nodales, como la producción de energías renovables.

Para nadie es un secreto que el mundo se encuentra en alerta ante la terrible realidad del aumento de las hostilidades globales y la posibilidad de una conflagración global. Una situación de esta magnitud disloca el “status quo global” y eso -a su vez- podría conducir a una parálisis total o una reducción drástica del suministro de combustibles fósiles a países como el nuestro que no producen combustible.

Las guerras iniciadas y sostenidas por potencias mundiales son cada vez más frecuentes. Podemos observar la guerra entre Rusia y Ucrania, detrás de la cual está la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), es decir, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, España y otros países aliados. También está en pleno apogeo la guerra entre Israel y los palestinos de la Franja de Gaza, en la que Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Alemania y aliados apoyan a los israelíes; mientras que Irán, Siria, Yemen, Beirut, los países árabes y grupos antiisraelíes como Hamás, Hezbolá y la Yihad Islámica Palestina se enfrentan a Israel.

Hay otros focos de tensión que en cualquier momento pueden desembocar en guerras abiertas en otras latitudes. La guerra comercial, industrial, económica, tecnológica y financiera de fondo entre el gigante del Norte, Estados Unidos, y la potencia mundial emergente, la República Popular China, está latente y es cada vez más preocupante. Las posiciones de estos dos gigantes son cada vez más radicales. Nos ha salvado que las partes se respeten, porque son conscientes de la letalidad de sus arsenales militares y porque saben que un enfrentamiento entre ellas causaría una destrucción inimaginable a estas grandes naciones y a sus aliados. Además, tienen muy claro que ninguna de las partes se beneficiaría de un enfrentamiento militar entre ellas. Simplemente pondrían fin a sus propios logros nacionales y arruinarían a la humanidad.

Si hay algo que agudiza las contradicciones entre estas dos potencias es el problema de Taiwán y las reivindicaciones ancestrales de los chinos, en el sentido de que esta isla es parte intrínseca de su territorio. "Solo hay una China y Taiwán es una provincia de ella", subrayan los líderes de China, esta posición ha encontrado su revés en Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Corea del Sur y los países europeos que quieren promover un estatus independiente como antes conocida como Isla de Formosa.

Hemos visto cómo Estados Unidos (que ha aceptado la existencia de una única China) junto con sus aliados, realiza maniobras militares en aguas del Mar de China, lo que ha enfadado a estos asiáticos que, a su vez, han respondido con sus propios simulacros, lo que ha calentado el ambiente bélico en esa zona de Asia.

También se están gestando posibles guerras entre la propia China y Filipinas también por la propiedad de islas, en naciones africanas e incluso en América Latina, considerada una "región de paz", existe un potencial conflicto bélico entre Venezuela y la República de Guyana, ya que ambas naciones reclaman la propiedad del territorio de Guyana Esequiba que es rico en recursos naturales. Existe el temor de que, ante un enfrentamiento entre estos dos estados de la región, intervengan potencias coloniales como Estados Unidos y Reino Unido.

¿ Qué debemos hacer?

Hacemos la descripción de este panorama lúgubre y belicoso para llamar la atención de los políticos del patio? Éstos, con capacidades supinas, dejan pasar el tiempo, mientras evitan discutir y poner en sus agendas temas cruciales, como tener un "Plan B" para garantizar el suministro energético del país, en caso de una conflagración global.

Como ya hemos visto, no se puede descartar una "gran guerra". Los principales analistas de la geopolítica global plantean cada vez con mayor frecuencia esta posibilidad, que debería preocuparnos. Estos expertos exponen la existencia de señales que, según ellos, colocan al mundo al borde de una conflagración, con conflictos que están llevando a la humanidad a este fatídico, condenable y repudiable acontecimiento.

Una revolución solar en el mundo

El Grupo del Banco Mundial acaba de publicar un extenso artículo de investigación titulado "Una revolución solar está ocurriendo en todo el mundo". En este trabajo, este organismo propone que debemos avanzar "hacia un futuro más limpio". También pide "derribar las barreras a la energía solar" y establecer "políticas que impulsen el progreso en energía solar".

Considera que es necesario "crear mercados de energía solar" y establecer "la próxima frontera de la energía solar", al tiempo que identifica a África como una "región clave para superar el déficit energético" aprovechando la energía del sol.

"La abundancia de energía solar barata era antes un sueño lejano", subraya el Banco Mundial en su trabajo, y añade: "Hoy, una revolución solar está ocurriendo en todo el mundo, y las personas, las economías y el planeta se benefician".

Señala que en la última década, "más de mil millones de habitantes obtuvieron acceso a la electricidad, muchos de ellos a través de la energía solar". Señala que, por ejemplo, en Kenia, "más del 90% de la electricidad se genera a partir de energías renovables, incluida la solar. El objetivo del país africano es llegar al 100% en 2030”.

Demanda de electricidad

Mientras tanto, en nuestro país los sectores registran una creciente demanda de electricidad como resultado del crecimiento económico, la cual es abastecida en su mayor parte por energía derivada del petróleo. La situación se complicaría, no sólo por los elevados costes sino también por las dificultades que surgirán en el suministro de combustibles fósiles en caso de una conflagración global. Explica que la perspectiva de la demanda energética está incluida en el Plan Nacional de Energía (PEN) 2022-2036 de la Comisión Nacional de Energía (CNE). Según este plan, “en 2036, el transporte demandará el 40% del consumo energético, seguido de la industria (27%), el segmento residencial (18%) y el comercio, los servicios y el sector público (6%). Precisa además que “la mayor parte de la energía corresponderá a electricidad, gas licuado de petróleo, gasolina y diésel”. Asimismo, un informe del Banco Central destaca que el sector energético lidera “el flujo de Inversión Extranjera Directa (IED) con US$ 826,9 millones”, lo que implica que es el área de mayor crecimiento en los primeros nueve meses de 2023. superando incluso a la IED en turismo.

Al respecto, la empresa Business News Americas (Bnamericas) indica en un boletín publicado en 2022 que “la demanda de energía en República Dominicana debería alcanzar 11.139 kilotones de petróleo equivalente (ktep) en 2036, un 58% más que en 2018”.





Como se puede observar, la demanda de energía está "in crescendo" de manera vertiginosa, un 58% más que en 2018, según el CNE, lo que nos hace preguntarnos: ¿qué pasará si por una crisis global el país deja de funcionar? ¿Recibir la energía que necesitas para el desarrollo de tu economía?

Simple y llanamente colapsaríamos como nación y sobrevendría el caos económico y las protestas sociales. Se paralizarían industrias, negocios, transporte y todo lo que requiera energía para impulsarse.

Partiendo de esta premisa, pedimos a nuestros líderes políticos, actualmente inmersos en las batallas electorales, que incluyan en sus planes de gobierno para el periodo 2024-2028 alternativas que les permitan afrontar una eventual crisis energética que se produciría si los conflictos bélicos continúan intensificándose. en el planeta tierra

Al respecto, sugerimos que los candidatos presidenciales de las dos grandes fuerzas que se enfrentarán en las elecciones de este año 2024, coloquen en sus agendas:

-Un “Plan B” que incluya medidas específicas para enfrentar una eventual crisis energética que generaría un conflicto mundial el regional

-Que este Plan incluya un rápido desarrollo de la generación de energías renovables, especialmente de la energía solar, a través de incentivos especiales para los inversores que estén interesados ​​en este tipo de negocios.

- Que consideren instalar una Planta de Energía Solar en El Salado de Neyba, provincia de Bahoruco, para abastecer de electricidad en esta zona que se contempla como parte del desarrollo que se impulsa en la región Sur del país.

-Que los candidatos a alcaldes de provincias, municipios y secciones contemplen en sus planes aprovechar el uso de la energía solar en sus respectivas comunidades. En tal sentido, la Liga Municipal Dominicana (LMD), el Congreso de la República y el gobierno de turno deben proponer una Ley Especial o una modificación de la Ley No. 5707 sobre Incentivo al Desarrollo de Fuentes Renovables de Energía y de sus Regímenes Especiales, a los fines de que se estimule a los municipios a utilizar la energía solar para suplir este servicio en sus colectividades.

*El autor es periodista.


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