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Adolfina Mejia
marzo 26, 2024
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Por: Ramón Encarnación MonteroAhora que se anuncia la posibilidad que los principales candidatos a la presidencia de la República están dispuestos a asistir a un debate; es propicia la ocasión para tratar de dar una mirada o pinceladas sobre este interesante tema; que, de seguro mantendrá a gran parte de la sociedad dominicana pendiente de los temas que serán expuestos.
No cabe duda que el debate político, se suscita día a día en nuestro país (en mayor o menor dimensión), pero tener la posibilidad de ver frente a frente a las principales figuras del país que aspiran a ocupar la primera magistratura de la nación, es algo que despierta gran interés, en razón de que contrario a lo que sucede en otros países en nuestro país no se tiene una cultura desarrollada en este sentido.
Es importante, para mayor comprensión del tema que nos detengamos a ver como se define el debate electoral; en este sentido en opinión de Eugenia MITCHELSTEIN, lo define como:” Los debates son discusiones públicas, formales y estructurales, entre dos o más candidatos a ocupar una postura antes de un referéndum (Jamieson y Birdsell, 1988). Estos debates suelen tener uno o más moderadores consensuados por los participantes. Las preguntas pueden ser formuladas por los moderadores o por los ciudadanos presentes en el encuentro.” (Diccionario Electoral, Tomo I. IIDH/CAPEL Y TSE)
Se ha dicho que: “Los debates electorales son escenario ideales para dar a conocer las posiciones y propuestas de las y los candidatos y sus partidos frente a los asuntos que conciernen a todas y todos los ciudadanos o ameritan una atención desde las autoridades públicas. También, los debates le permiten a la ciudadanía comparar las diferentes propuestas programáticas de las y los candidatos con la idea de tener mayores elementos de análisis al momento de decidir su voto. En términos generales, este tipo de actividades busca que la ciudadanía efectúe un voto informado y programático.” (Guía para la Organización de Debates Políticos. INDI)
En su acepción amplia la palabra debate, proviene: (De debatir) m. controversia sobre una cosa entre dos o más personas. //2. Contienda, lucha, combate. Por debatir encontramos que significa: (Del lat. debatuere) tr. Altercar, contender, discutir, disputar sobre una cosa.2. Combatir, guerrear” (Diccionario de Real Academia de la Lengua)
El debate político tiene raíces históricas, lo cual es cierto, ya que desde el mismo que dos personas se enfrentan con posiciones distintas sobre un aspecto de la vida pública, surge la política.
Para la profesora Eugenia MITCHELSTEIN, el debate política tiene una larga historia (Mill, 2005 {1859}; Habermas, 1981) y el origen etimológico del término es el verbo latino batuere (golpear), los debates electorales existen por los menos desde el siglo XVIII; 1788, James Madison y James Monroe, candidatos a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos por el estado de Virginia, debatieron ante el público en varias oportunidades durante la campaña. Abraham Lincoln y Stephen Douglas participaron en siete debates cuando competían por un escaño en el senado por el estado Illinois, en 1858” (Diccionario Electoral, Tomo I. IIDH/CAPEL Y TSE)
La ola de debates electorales que se produjo en América Latina, a nivel de los candidatos a la Presidencia de la República, no ha tenido acogida en nuestra cultura político-electoral, ya que un cara a cara no ha sido considerado esencial en el devenir democrático, por la salida ingeniosa de que: “El que está arriba no va a debates”. Esto parecería evitar exponerse a perder votos por una mala actuación en el debate.
En consonancia con lo anterior, se ha señalado que:” cuando un político reflexiona sobre si debe o no aceptar la invitación para participar en un debate de gran trascendencia social y política, analiza, entre otros aspectos, los inconvenientes que para la persona puede tener esa participación, el grado de control que se pueda tener sobre las variables más importantes del evento o la capacidad personal que el futuro debatiente se reconoce a sí mismo.” (Guía para la Organización de Debates Políticos/ Apuntes Prácticos.)
Es importante destacar que nuestra ley orgánica del régimen electoral (Ley núm. 20-23), en su artículo 182, en su párrafo, manda a la Junta Central Electoral a promover debates;” La Junta Central Electoral promoverá la realización de debates sobre los programas y plataformas que presenten los partidos, agrupaciones o movimientos políticos y sus alianzas o coaliciones en un proceso electoral, procurando la mayor difusión de las propuestas programáticas de los candidatos presidenciales y vicepresidenciales, así como de los programas de las políticas congresuales y municipales de las organizaciones políticas, en los cuales utilizaras, en folletos, lenguaje de signos, accesibilidad en la Web e inclusión de electores con discapacidad.”
Como puede leerse, en nuestra ley orgánica electoral no se establece la obligación de la realización de debates electorales, por lo que no se podría compelir a un candidato a que asista o participe en un debate
Los debates electorales suscitan gran interés a partir de su transmisión por los medios masivos de comunicación, en esto todo el que se ha dedicado al estudio de los debates, pero no cabe duda que el debate de referencia fue el celebrado el 26 de septiembre del año mil novecientos sesenta (1960), entre Nixon y Kennedy que eran candidatos a la Presidencia de los Estados Unidos, siendo este el primer debate presidencial televisado en esa gran nación.
Por otro lado, en nuestro país no hemos tenido hasta ahora esa experiencia, aunque una mayoría considera como debate electoral el realizado entre Láutico García y el Profesor Juan Bosch, de cara a las elecciones del 20 de diciembre de 1962, ya que se realizó en medio de una campaña electoral, aunque puede ser considerado un debate político de alto relieve, en razón de que se trato de despejar la campaña aviesa propalada contra el Profesor Juan Bosch acusándolo de Marxista-Leninista), en una artículo titulado “ Juan Bosch: ¿Marxista-Leninista”?; el Padre Láutico García afirmaba que el Profesor Juan Bosch profesaba dicha doctrina.
La acusación del Padre Láutico García fue rechazada por el PRD, y además señala que bajo el clima político imperante no era pertinente acudir al certamen electoral.
Como es conocido por la mayoría, el debate fue celebrado el lunes 17 del mes de diciembre del año 1962, y fue moderado por el Periodista Salvador Pittaluga Nivar, lo demás es historia.
Ahora bien, no puede ocultarse la gran expectativa que se ha creado con el anuncio de que los candidatos a la Presidencia de la República, por fin se enfrentaran cara a cara en un debate, ya que el presidente de la República Licdo. Luis Rodolfo Abinader Corona, y candidato a la reelección ha expresado su disposición de ir al debate; lo propio han expresado el Dr. Leonel Antonio Fernández Reyna el cual es un activo político nacional e internacional que no puede ser ignorado y el Lic. Abel Martínez, por igual candidato a la presidencia de un partido de gran tradición política y que gobernó la Republica Dominicana por 20 años, en cuanto al Ing. Miguel Vargas Maldonado, también candidato presidencial de un partido conocido por sus grandes luchas a favor de la democracia, no se sabe si ha estado interesado en ir al debate, o si por lo menos ha sido invitado de manera particular por los organizadores; en caso de que decida participar, esto hace que el debate sea percibido como interesante.
Al margen de cualquier discusión, es importante hacer mención que la literatura sobre los debates electorales ha señalado aspectos relevantes que deben ser tomados en cuenta para la preparación de un debate; como la escogencia del moderador, las temáticas a debatir y la formulación de las preguntas y la apertura y cierre del debate.
Finalmente, esperamos que sea un debate bien organizado, tomando en cuenta los parámetros o estándar que se señalan para este tipo de encuentro; que, los asesores trabajen bien y que las informaciones sean verídicas.
El pueblo en una gran mayoría estará pendiente de dicho debate.
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