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Adolfina Mejia
diciembre 09, 2025
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La primogénita de la líder opositora ahonda sobre su papel en la lucha por la democracia de Venezuela. Sueña con reencontrarse con su familia, especialmente con su madre, en los próximos días en Oslo.
Ana Corina Sosa Machado (Caracas, 1991) comparte con María Corina Machado el segundo nombre y apellido, la sonrisa, el carácter y el anhelo de una Venezuela democrática y libre. Mientras su madre lucha por su país, a Ana Corina no le queda más remedio que contagiarse de su serenidad y conformarse con tirarle besos a una pantalla. La líder opositora lleva 11 años y medio con prohibición de abandonar el país por parte del régimen chavista, más de 16 meses en la clandestinidad absoluta y casi dos años sin abrazar a sus hijos Ana Corina, Henrique y Santiago.Esta joven venezolana emigró en 2012 a Estados Unidos. Allí se convirtió en ingeniera (como su progenitora) y ahora trabaja en una importante empresa de software en Nueva York. Hasta las Navidades de 2023, viajaba a Venezuela cada vez que podía, pero dejó de hacerlo cuando se intensificó la represión tras las elecciones primarias que ganó su madre. Reconoce que le encantaría ver a toda su familia reunida de nuevo esta semana, en Oslo, ya que el 10 diciembre María Corina Machado debería recibir en sus manos el Nobel de la Paz.
Como primogénita y única mujer entre los descendientes, Ana Corina ha asumido la representación de Machado fuera de las fronteras venezolanas en distintas ocasiones para llevar el mensaje de la libertad. Ella ha recogido, en nombre de su madre, reconocimientos como el Sajarov 2024, el premio Héroes de la Democracia 2025 y la Medalla de Oro de la Americas Society 2025.
Se presume que, si su madre finalmente no puede asistir al acto del Nobel, sea su hija mayor quien lo haga. Pero Ana Corina ni si quiera se lo ha planteado, confía en que lo hará la propia homenajeada.
Fuente/El Mundo
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