El oficio religioso se llevó a cabo en las instalaciones de la Clínica Cruz Jiminián, ubicada en la Avenida Ortega y Gasset, No. 90, Cristo Rey, Distrito Nacional.
“He sido testigo viviente de muchas situaciones que, a través de mi fe en la Virgen de la Altagracia, he podido resolver, por esto es mi devoción y amor a la madre de Cristo, que tanta misericordia ha tenido conmigo”, manifestó Cruz Jiminián.
El también presidente de la Fundación Cruz Jiminián exhortó a la familia a mantenerse unida y a profesar su fe en Dios, tras afirmar que el hogar que reza unido permanece así, ya que el amor, la paz y tranquilidad que surgen al tener esa fuerza espiritual en su corazón, hace que el problema de uno sea de todos.
El doctor Cruz Jiminián, quien se ha destacado por ser un médico al servicio de los más necesitados, explicó que este año eligió el 19 de enero, debido a que el 21, cuando es el Día Nacional de la Virgen de la Altagracia, está muy cargado con todas las actividades de peregrinación hacia la Basílica de Higüey, así como en las iglesias del país.
La Virgen de la Altagracia o Nuestra Señora de la Altagracia fue proclamada en el siglo XVI durante la época colonial, mientras que en República Dominicana el arzobispo de Santo Domingo, Monseñor Arturo de Meriño, fue quien pidió a la Santa Sede que fuese establecido como festividad el 21 de enero.
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