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lunes, 20 de mayo de 2024

¿Por qué RD necesita un “gabinete de guerra” en el nuevo gobierno?

Por: Emiliano Reyes Espejo

ere.prensa@gmail.com

En el fulgor del proceso electoral los candidatos presidenciales ofertaron hasta el cansancio lo que, según afirman, serán sus programas de gobiernos y los principales proyectos a ejecutar de ganar (en los casos de los bloques opositores) o mantener (en lo que respecta al actual presidente Luis Abinader) la Presidencia de la República.

La gente, sin embargo, no ha ponderado, a causa de las algarabías de la campaña, algo que es de vital importancia para un nuevo gobierno, la conformación del nuevo gabinete presidencial.

Se puede apreciar que se trata de algo de una consecuencia inestimable. No importaría que un candidato haga la mejor oferta, presente el mejor programa de gobierno, las mejores iniciativas, si no tiene, si el candidato ganador no integra un buen gabinete presidencial que lo ayude a ejecutar sus proyectos. De nada valdrán las promesas electorales. bSi el presidente no tiene un buen gabinete-insisto- que pueda orquestar acciones acorde a la realidad de estos tiempos, las proposiciones que haga en campaña se convertirán en polvo que “se lo llevará el viento”.

Y se complicaría más la situación, si a los ganadores les pasan cuatro años de mandato y el gabinete presidencial de turno no puede presentar, exhibir los frutos de sus ejecutorias, la permanencia en el poder se pone remota y perfila entonces un futuro trajinar incierto.

En ese sentido, cabe preguntarse ¿mantendrá el actual mandatario, el presidente de la República, Luis Abinader, su actual gabinete presidencial, si retiene cuatro años más la Presidencia de la República? ¿Quiénes se van? ¿Quiénes se quedan? son las preguntas del “millón de yuanes”. ¿Quiénes pueden exhibir méritos y ejecutorias que garanticen su permanencia en los puestos?

La situación se torna compleja, en razón de que en el formato electoral del actual gobierno ha surgido un inconveniente adicional que seguramente fue previsto por el partido gobernante, el Partido Revolucionario Moderno (PRM), y es que el presidente-candidato Luis Abinader ha hecho múltiples compromisos políticos con agrupaciones de todo tipo, a las cuales, seguro, se les han garantizado puestos en la administración del Estado a cambio de apoyo y suma de sus votos en las elecciones de este 19 de mayo de 2024.

¿Serán integrados los líderes y dirigentes de esas entidades un nuevo gabinete del presidente Abinader? Nadie hasta ahora ha tocado el tema, pero se trata de una realidad que viene zumbando.

¿Qué es un gabinete de gobierno? Se trata, según tratadistas, de “un órgano colegiado gubernamental cuya función principal es dirigir los distintos ministerios o departamentos en los que se organiza la administración pública del poder ejecutivo en un país u organización”.

El actual gabinete del presidente Abinader lo integran: Raquel Peña, vicepresidenta de la República; Joel Santos, Ministro de la Presidencia: Teniente General Carlos Luciano Díaz Morfa, ERD, Ministro de las Fuerzas Armadas; Roberto Álvarez Gil, Canciller de la República; Miriam Germán Brito, Procuradora General de la República; Jesús (Chú) Vásquez Martínez, Ministro de Interior y Policía, y Jochi Vicente, Ministro de Hacienda.

También integran el gabinete del presidente Abinader, Víctor (Ito) Bisonó, Ministro de Industria, Comercio y Mipymes; Pavel Isa Contreras, Ministro de Economía, Planificación y Desarrollo; Miguel Ceara Hatton, Ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales; José Ignacio Paliza, Ministro Administrativo de la Presidencia (en licencia); Ángel Enrique Hernández, Ministro de Educación; Víctor Atallah Lajam, Ministro de Salud Pública y Asistencia Social; Deligne Ascención Burgos, Ministro de Obras Públicas y Comunicaciones; Limber Cruz, Ministro de Agricultura, y David Collado, Ministro de Turismo.

Asimismo, Franklin García Fermín, Ministro de Educación Superior, Ciencia y Tecnología; Francisco Camacho, Ministro de Deportes y Recreación; Luis Miguel De Camps, Ministro de Trabajo; Milagros Germán, Ministra de Cultura; Mayra Jiménez, Ministra de la Mujer; Rafael Féliz García, Ministro de la Juventud; Antonio Almonte, Ministro de Energía y Minas; Carlos Bonilla Sánchez, Ministro de la Vivienda, Hábitat y Edificaciones; Homero Figueroa, Vocero de la Presidencia; José Leonel Cabrera Abud y Geanilda A.Vásquez, Ministros de Estado sin Cartera.

Como se puede apreciar, la mayoría de los miembros del actual gabinete tienen tres y cuatro años en el desempeño de sus ministerios, y cabe preguntarse, si en caso de que se produzca la continuidad, que el presidente Abinader gane las elecciones de este 19 de mayo: ¿continuarán en sus cargos los actuales ministros más allá de agosto de este 2024? ¿Quiénes continuarán en la planilla de alto nivel de la conducción del Estado? ¿Quiénes merecen permanecer en sus posiciones?

Será difícil para el actual mandatario en caso de retener el poder mantener su actual gabinete. Se dan circunstancias complejas, vendrá en las mentes del presidente y su equipo de asesores “un rompe cabeza”, ya que su partido (el PRM) ha contraído compromisos, además, no solo con agrupaciones políticas periféricas, sino también con grupos y sectores económicos que les han estado apoyando en el proceso electoral, lo cual de acuerdo a observadores, creará una dificultad adicional a la hora de seleccionar un nuevo gabinete.

Nos atrevemos a aventurar algunos vaticinios, adelantando cuáles son, según nuestra particular apreciación, los ministerios e instituciones autónomas del Estado que permanecerán con sus actuales incumbentes.

Creemos que habrá una ratificación del actual gobernador del Banco Central, don Héctor Valdez Albizu, su trabajo en el manejo de esa importante institución ha sido encomiable y eso le ha permitido ganarse el reconocimiento de organismos e instituciones financieras internacionales; y el Ministro de Turismo, David Collado, en razón de que el éxito de su gestión “se ve a legua” y el gobierno no creo que se arriesgue a removerlo de esa posición.

Lo mismo podríamos decir del Director General de Aduanas, Eduardo Sanz Lovatón;.el Contralor General de la República, Félix Antonio Santana García; el Ministro de la Vivienda, Carlos Bonilla Sánchez, el Ministro de Obras Públicas, Deligne Ascención Burgos; la Procuradora General de la República, doña Miriam Germán Brito; el Ministro de Industria y Comercio, Víctor –Ito-Bisonó, y el consultor jurídico del Poder Ejecutivo, doctor Antoliano Peralta Romero, este último ha sido ducho, sagaz y ha mostrado sabiduría en el manejo de este delicado departamento del gobierno.

Y surge una interrogante adicional ¿tendrá el grupo que lidera el ex presidente Hipólito Mejía una porción del gobierno igual o mayor que la que obtuvo en esta gestión?

Gabinetes de la oposición

En cuanto a un potencial triunfo del bloque opositor Rescate RD en las elecciones (Fuerza del Pueblo (FP), PLD, PRD, etc.), se nos hace más difícil seleccionar lo que podría ser un gabinete de un nuevo gobierno liderado por esta alianza. Se ha dado el caso de que todo el esfuerzo de promoción de los opositores se centró en sus candidatos presidenciales. Esa situación hace que sea una aventura componer gabinete de este bloque.

No obstante, se debe resaltar que en esas alianzas existen las capacidades necesarias, brotan a borbotones los talentos que integran el bloque opositor y que podrá requerir el país para su gobernanza. Entendemos que en estas coaliciones hay un legajo de mentes brillantes que pondría en aprietos a cualquier presidente a la hora de hacer una selección de su gabinete.

En tanto, se nos ocurre mencionar al ingeniero Magín J. Díaz, académico, economista especializado en finanzas públicas y macroeconomía, ex director de Impuestos Internos; Jiménez, Radhamés Jiménez Peña, ex procurador general de la República; Juan Ariel Jiménez, ex ministro de Economía; José Dantés Díaz, entre otros potenciales integrantes del gabinete opositor.

El éxito de una nueva gestión gubernamental, reiteramos, deberá estar en consonancia con la calidad del equipo ministerial que sea designado para regir la administración del Estado en el próximo cuatrienio, o sea, desde agosto de este año 20024 hasta agosto del 2028.

Un gabinete de guerra?

Pensando en la convulsa situación mundial y lo que puede venir a la humanidad ¿Podría plantearse la necesidad de integrar un gabinete de guerra que conduzca al país por el mejor sendero a partir del 2024?

¿Por qué un gabinete de guerra?, es la pregunta que se harían muchos partiendo del hecho de que el país, pese a la crisis en Haití, no está en guerra con ninguna otra nación. Pero ¿Acaso no estamos en un ambiente bélico frente al vecino Estado haitiano?

Además, un “Gabinete de Guerra” es realmente un gabinete de emergencia y el mundo, en el marco del actual escenario geopolítico global, está en modo S.O.S. no declarado. Es casi seguro, sin embargo, que el concierto de naciones podría entrar en cualquier momento en situaciones calamitosas que impactarían los ámbitos de la economía, los negocios, turismo, exportaciones e importaciones, etc.

Las naciones más poderosas del planeta, Estados Unidos y aliados, realizan una serie de movimientos estratégicos en distintas regiones que, de seguir el actual curso, podrían desencadenar conflictos que afectarían de manera crítica a la economía mundial.

En la actualidad Estados y gobiernos, con USA a la cabeza, participan en una guerra económica y tecnológica contra China, e indirectamente libran una guerra militar, financiera y de negocios con Rusia a través de Ucrania y naciones europeas. También están presentes en los conflictos del medio oriente (Israel-Gaza e Irán) en África, Taiwán, Filipinas, etc.

O sea, la poderosa nación del Norte lucha feroz y estratégicamente en muchos frentes para impedir la pérdida de su hegemonía mundial frente a Rusia y China, y últimamente de cara a la India e Irán.

El desencadenamiento de una guerra global no es descartable entre las citadas grandes potencias económicas, militares y tecnológicas ¡que Dios nos libre! y eso crearía un caos en el comercio mundial. Esto a su vez provocará alzas en los precios de los combustibles y sumiría en crisis totales a las pequeñas y endebles economías de países pobres y emergentes, como es el nuestro.

En esa línea de premisas, el nuevo gobierno dominicano -o la continuación del actual-tiene que proponerse conformar una especie de “gabinete de guerra” que esté en capacidad de afrontar a los agudos y difíciles acontecimientos que se avizoran, integrado –eso sí-por funcionarios y técnicos del más alto nivel con suficiente prudencia, valor y lucidez para saber manejar y doblegar cualquier crisis, sin importar su envergadura, que se visualicen y presenten en lontananza.

¡La suerte está echada!

*El autor es periodista.




Emiliano Reyes
www.ereprensa.blogspot.com
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