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Adolfina Mejia
noviembre 19, 2024
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“La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes”, ha declarado el secretario de Estado, Antony Blinken.
Casi cuatro meses después de las controvertidas elecciones presidenciales en Venezuela, el gobierno de Estados Unidos reconoció al opositor Edmundo González Urrutia como "presidente electo" de ese país.
"El pueblo de Venezuela habló de forma enfática el 28 de julio y convirtió a @EdmundoGU en el presidente electo. La democracia exige respeto a la voluntad de los votantes", escribió este martes el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, en un mensaje publicado en la red X.
Esta es la primera vez que las autoridades estadounidenses se han referido a González Urrutia como "presidente electo", aunque ya desde el 1 de agosto -unas 48 horas después de las votaciones- Blinken había reconocido el triunfo del candidato opositor.
"Dada la abrumadora evidencia, resulta claro para Estados Unidos y, lo que es más importante, para el pueblo venezolano, que Edmundo González Urrutia obtuvo la mayoría de los votos", dijo entonces el funcionario estadounidense.
Las elecciones presidenciales del 28 de julio provocaron el episodio más reciente de la larga crisis política venezolana, pues el Consejo Nacional Electoral proclamó como ganador al actual mandatario, Nicolás Maduro, sin jamás publicar los resultados detallados de las votaciones ni cumplir con las auditorías requeridas para demostrar que el anuncio de su victoria se ajustaba a lo que realmente ocurrió.
Por su parte, la oposición liderada por María Corina Machado -a quien las autoridades venezolanas no dejaron competir por la presidencia- publicó en una página web lo que asegura son las actas correspondientes a más del 83% de los votos, según las cuales González Urrutia obtuvo 7.303.480 votos (67%) y Maduro consiguió 3.316.142 votos (30%).
Ante las protestas callejeras por los resultados oficiales, el gobierno de Maduro realizó detenciones masivas no solamente de manifestantes, sino también de numerosos activistas, incluyendo testigos electorales que se encargaron de recoger las actas publicadas por la oposición.
De acuerdo con la organización de derechos humanos Foro Penal, al menos 1.800 personas fueron detenidas en los días siguientes a los comicios, incluyendo más de un centenar de menores de edad.
El pasado fin de semana, las autoridades venezolanas excarcelaron a más de un centenar de personas que habían sido detenidas en el marco de las protestas post-electorales.
En los días siguientes a las votaciones, Maduro acudió al Tribunal Supremo de Justicia -instancia que según numerosos analistas está cooptada desde hace años por el oficialismo venezolano- donde logró una sentencia que convalidó su triunfo.
Como consecuencia de este proceso, en el que la oposición no participó por considerar que no era una instancia imparcial ni era legalmente competente para decidir sobre los resultados electorales, la Fiscalía -señalada también de ser el brazo judicial del chavismo- puso en marcha un proceso penal en contra tanto de González Urrutia como de Machado.
Esta causa penal obligó a Machado a pasar a la cladestinidad, mientras que González Urrutia buscó y obtuvo asilo en España.
Pese a las críticas recibidas, las autoridades venezolanas mantienen que el proceso electoral fue limpio, que el ganador fue Maduro y que los procesos judiciales abiertos en torno al mismo están ajustados a derecho.
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