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Adolfina Mejia
abril 06, 2024
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Por: Wendy Carrasco de Arismendy
SANTO DOMINGO. Lo increíble de explicar cómo surgió el título de este artículo es porque nació de una situación divertida y a la vez de una experiencia bochornosa que no podré olvidar.
Me encontraba en una de mis acciones diarias como técnico docente en Educación, donde en medio de un grupo de compañeros de trabajo y el equipo directivo de un centro educativo, ubicado en un sector populoso de la Capital, donde realizábamos una supervisión, me Comenzó a tomar notas del proceso en una cara de un papel.
De repente recordé que, en ese mismo papel, estaba impreso el formato de registro para el registro de asistencia de los participantes. Procedí a darle la vuelta y comenzamos el proceso de llenado. Lo que no me di cuenta es que solo había espacio para 10 nombres, el documento estaba completo y el director del centro no lo había firmado.
De repente, noté que la señora, una mujer de cabello castaño, atenta y muy simpática, como en cámara lenta, comenzó a voltear el documento para anotar sus datos.
Rápida y espontáneamente, le digo... No pases página... Pero ya era demasiado tarde. Había estado expuesto.
Recuerdo mirar a todos los que estaban sentados en una mesa redonda. "Bien sonrojado", y dije bueno, ya vieron todos los garabatos que hice, pensé que no se darían cuenta, pero por favor, no miren más atrás, pueden escribir abajo, y continuar con la enumeración.
A partir de entonces, “no pases página”, se convirtió en la frase del momento, y nos reímos al recordarla.
Realmente fue doloroso para mí, porque en esos espacios de la educación, donde se habla relativamente todos los días de implementar calidad en los procesos pedagógicos y administrativos de los centros educativos del país, y que un “técnico regional de educación, cometiendo tal falta, está impactante
Admito que es parte de mi naturaleza buscar soluciones inmediatas, que prácticamente surgen de la nada. O utilizar la creatividad, que no siempre será la mejor, pero soluciona.
En la vida, cuando pasamos página, esperamos encontrar un nuevo capítulo, lleno de esperanzas y colores que alegran nuestra existencia, pero ¿qué pasaría si al pasarla no tienes lo que deseas?
Incluso si lo que hay detrás de la página no es exactamente lo que ves en tus sueños, no te detengas. Le da sabor a lo que parece amargo, y a la risa o a lo que de alguna manera quiere ponerte triste.
Si crees que estás en el camino correcto y tienes margen para seguir escribiendo. ¡No pases página!
El columnista es periodista y docente .
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